Zarza, Zarzamora
(Rubus fructicosus)
Cuentan una anécdota de que unos hombres del pueblo estaban apostando, si uno de ellos era capaz de ir al cementerio por la noche.
Hecha la apuesta la apuesta y para demostrar que no tenia miedo a los muertos se encaminó, el apostante, hacia el cementerio. Tuvo la mala fortuna, que se enganchó en una zarza quedando atrapado. El pensó que era algún muerto y le suplicaba que lo soltase, pasando angustias durante unas horas enganchado a ella.
Sus amigo lo esperaban al principio del calvario y empezaron a impacientarse y preocuparse por su tardanza.
El hombre seguía implorando que lo soltase el muerto y al fin consiguió vencer el miedo y se giró.
Viendo que estaba enganchado a una zarza y exclamó “Si tuviera un cuchillo te atravesaba”
Si preguntas a un labrador de Alcublas por las tres plantas que mayores molestias le han causado en sus campos, ten por seguro que en ese grupo estará la rubus fructicosus o zarza, una planta con la que seguro que te has pinchado y enganchado la ropa en multitud de ocasiones.
La zarza es una planta espinosa que puede alcanzar unos 2 m. de altura y que se extiende profusamente a lo ancho ocupando barrancos, laderas, y si el agricultor no lo evita, también bancales y caminos. Además de lo molesta que resulta por sus pinchazos, el mayor problema es su difícil erradicación a causa de su gran capacidad para rebrotar. Sus hojas son dentadas y a lo largo de sus tallos presenta espinas. Las flores son blancas o rosadas, y sus frutos o bayas son primero verdes, luego rojas y de color negro cuando maduran.
A pesar de ser una planta molesta, de la zarzamora sin embargo es aprovechable casi todo: su fruto, sus hojas y sus tallos.
Las hojas ofrecen un remedio natural para la inflamación de las encías y de la boca en general, usándose directamente los brotes tiernos masticados, pero lo más normal es usarlas en infusión para hacer gárgaras. También la infusión de las hojas de zarza es útil para curar las diarreas y para las hemorroides. Para realizar la infusión es preferible recolectar las hojas jóvenes a finales de primavera, y una vez secas se pone un par de cucharadas por taza, se cuela y se endulza a gusto del consumidor, con miel o azúcar. Por último, las hojas machacadas se usan como emplasto para curar heridas y úlceras en la piel.
Hay un uso de los tallos de la zarza que prácticamente está en desuso: las ramas largas tiernas –sin ramificaciones- se limpian de pinchas y hojas, se abren a la larga y se separa la corteza. Esta corteza era usada por los cesteros para coser sus mimbres, dada su flexibilidad y dureza, incluso trenzadas se podía conseguir finas cuerdas muy resistentes.
La floración es desde finales de primavera a otoño
En Europa existen unas 700 especies con 200 variedades.
Miguel nos comenta que para el es la planta más fuerte del mundo, porque cada vez se ensancha más y coge más terreno y es muy difícil de erradicar, ni el fuego puede con ella, si no que le sirve de abono.
Miguel Gimenez
Rafa Casaña.