Descubriendo el Universo, con Néstor

Hace un tiempo me preguntaron desde ACLA si estaría dispuesto a escribir de vez en cuando alguna entrada sobre astronomía para este blog.
Por una parte me cuesta responder con un no, por otra no veía que yo tuviera algo que decir que tuviese un mínimo interés para los lectores. Este es un blog donde se escriben cosas en mayor o en menor medida relativas a nuestro pueblo y yo ahí puedo aportar bien poco.


Por otro lado, sin embargo, la astronomía parece gozar del interés del público en general al que le chocan las cifras "astronómicas" que se dan cuando sale a los medios alguna noticia de nuestro cosmos: Un objeto que se ha descubierto a tantos millones de años luz, un evento que ocurrió hace "nosecuantos" miles de millones de años, rocas del tamaño de montañas que se mueven cerca de la Tierra a cientos de kilómetros ¡por segundo!... y un sin fin de cifras a las que no estamos acostumbrados en la vida cotidiana y con las que algunos se manejan como Pedro por su casa.

Así que acepto el reto, recojo el guante y apareceré por aquí de cuando en cuando con alguna pincelada astronómica que aclare conceptos, evite confusiones y nos haga ver que esto es más sencillo, apasionante y divertido de lo que pueda parecer en un principio.

No pretendo tampoco que sea una sección que aclare complicados conceptos cosmológicos sino más bien una sección que muestre la astronomía que se puede practicar, la que una persona de a pié (como el que esto suscribe) puede descubrir en el cielo con instrumentos modestos o a simple vista.

La intención final será animar a los no expertos a lanzarse en una noche limpia aprovechando los cielos no totalmente arruinados de que aun dispone Alcublas, a descubrir racimos de estrellas y miríadas estelares que se pueden disfrutar en una noche de verano, a observar y medir estrellas variables y dobles, utilizar instrumentos modestos para captar nidos de galaxias lejanas, cúmulos abiertos, globulares, nebulosas...

El cielo está repleto de objetos curiosos y espectáculos sorprendentes, y cualquier persona con un mínimo de curiosidad se sentirá atraída por descubrirlos. La observación despertará el interés por saber más sobre lo que se ve y el conocimiento obtenido empujará a observar con más interés. De este modo la afición a la astronomía se potenciará cada vez más y no acabará nunca. Lo garantizo.
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No podíamos empezar esta sección en un año más apropiado. En 2009 se celebra el Año Internacional de la Astronomía, conmemorando el 400 aniversario de la astronomía moderna:
En 1609 Galileo Galilei apuntó al cielo con un telescopio por primera vez en la historia. Las cosas que descubrió, no vistas antes por ningún ser humano, le impactaron tanto que se dedicó a ello plenamente.

En los meses sucesivos descubrió que Júpiter tenía satélites, que el brillo de la Vía Láctea lo producen incontables estrellas, que el Sol tiene manchas, la Luna tiene montañas y valles...
Aquellas observaciones marcaron un antes y un después en nuestra comprensión del Universo y fue el comienzo de una extraordinaria historia de descubrimientos que todavía hoy continúa.

Cada uno de nosotros podemos ser otra vez Galileo y descubrir lo que él descubrió y mucho más. Los instrumentos de los que puede disponer actualmente una persona normal son mucho mejores que los que utilizó Galileo a principios del siglo XVII.

Así pues ¿se animan ustedes en esta exploración del cielo?

Un saludo.

N. G. M.

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