Ramalina fraxinea, un liquen único en La Solana de Alcublas


LOS GRANDES DESCONOCIDOS DEL BOSQUE

Cuando caminamos por el monte muchas veces sólo nos fijamos en los arbustos y árboles que tenemos alrededor, obviando a unos seres que quizás por su pequeño tamaño y escaso reconocimiento social no sean considerados relevantes. Son los grandes desconocidos del bosque: los líquenes. Crecen sobre el suelo, las rocas o los troncos de los árboles aunque también pueden encontrarse en zonas urbanas sobre el cemento, las tejas, etc. Además, como os explicaré a continuación, presentan unas peculiaridades que les otorgan una gran importancia biológica.

Algunos estudiosos sostienen que los líquenes son una unión simbiótica mutualista entre un hongo y un alga, es decir una unión donde ambas partes obtienen un beneficio. No obstante, algunas teorías defienden que son pequeños ecosistemas donde las algas producen y los hongos consumen. Independientemente de cada teoría, lo cierto es que este tipo de relación permite a estos organismos colonizar lugares que para otros seres vivos resultan inhóspitos.

Esta gran capacidad de adaptación llevó a los científicos de la Agencia Espacial Europea a realizar un experimento para comprobar la resistencia de los líquenes a las condiciones del espacio, el resultado fue un éxito: ¡los líquenes sobrevivieron!.

Además, gracias a esta característica de los líquenes, se está realizando una investigación sobre el efecto del cambio climático en las dos zonas polares de la Tierra, la Antártida y el Ártico, a través del estudio de algunas especies de líquenes que habitan en esas latitudes.

A pesar de esta gran capacidad de adaptación, los líquenes son unos organismos muy sensibles a la contaminación atmosférica. Esto es así porque captan el agua y los nutrientes directamente del aire, y, en consecuencia, también los contaminantes en suspensión que hay en él. Es tan grande su fiabilidad en la detección de contaminantes que se han establecido redes europeas de seguimiento de la contaminación del aire a través del estudio de estos organismos. Cuando aparece un contaminante en el ambiente ciertas especies de líquenes desaparecen y son sustituidas por otras que pueden vivir en presencia del contaminante.

En el Paraje Natural de La Solana- Barranco de Lucía, en Alcublas, he querido realizar un pequeño muestreo de líquenes para comprobar la calidad del aire. El resultado ha sido muy satisfactorio ya que he podido encontrar especies difíciles de encontrar en otros lugares de la Comunidad Valenciana. Incluso, algunas especies presentes en el Paraje, como la Ramalina fraxinea, se consideran raras; es decir, son especies escasas o que presentan un pequeño número de individuos.

De esta manera, los que vamos a Alcublas a respirar aire puro podemos hacerlo con tranquilidad ya que parece ser que la contaminación del aire todavía no ha llegado a nuestro pequeño pueblo, tal y como nos revela la valiosa información de los líquenes. Y espero que esto sea así por muchos años.

Autora:
María Santolaria (A.C.L.A.)
Agradecimientos:

A la Catedrática de Botánica de la Universitat de València, Dra. Eva Barreno, por su ayuda en la identificación de las especies de líquenes de Alcublas.

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